Salamanca y julio 1 de 1634.

(Tom. 216, fol. 432.)

Pax Christi, etc. No sé en qué puede ir el que no hayamos hoy tenido carta de V. R. ni el P. Chacón ni yo, ni haya habido pliego de ese Colegio, siendo así que Recibí por vía de D. Jerónimo las cuatro fabulas, entremés y estampas, a que estoy agradecido. V. R. siempre envía más de lo que se le pide; con que no será necesario haber enviado otras dos fabulas que pedí la estafeta siguiente, ni remitir los pliegos por D. Jerónimo sino como antes, en el pliego del Colegio. Pienso que por bellaquería del correo pusieron al pliego de V. R. más porte del que traía; le remito el sobrescrito, para que me avise si le puso cuatro reales, porque me parece que no pondría sino dos, pues sobraban esos.

Hoy ha habido grandísima esterilidad de nuevas. Esta semana ha habido auto (aunque no general) de Inquisición en Valencia; no se sabe hasta otra estafeta lo particular de él; solo escriben que habían de salir treinta penitenciados, y entre ellos dos monjas novicias, y que se hacia otra procesión en que el conde de Benavente llevaba a colocar otro Cristo azotado por unos judíos, no lejos de aquí. Avisaré lo que viniere de nuevo.

El Conde-Duque escribió al virrey de Pamplona que tuviese bien prevenidas las fronteras, porque había rumor de guerra del francés.

El P. Antonio de Morales nos contó que en Roma una persona riquísima, que no trataba con la Compañía, estando enferma llamó a los de ella, y murió dejando en su testamento a la casa profesa sesenta mil ducados: nos pusieron pleito, por no sé qué circunstancia que faltaba al legado, con que pretenden fuese nulo. El Papa dijo que él suplía cualquier solemnidad que faltara, pero que los sesenta mil ducados se aplicasen a la fábrica de San Pedro, porque la casa profesa no podía tener rentas. Le fue a hablar el P. Asistente de Portugal, a quien hace mucho favor, y le dijo que mirase que legados bien podía heredarlos; pero que, si Su Santidad quería que la Compañía los perdiese, que los perdería, como había perdido trescientos mil ducados en Venecia por servir a la Iglesia. Se enfadó el Papa, y dijo que se pusiese en tela de juicio: se hizo; le fueron a hablar los jueces diciéndole que la justicia de la Compañía era llana; con que mandó se entregasen los sesenta mil ducados. Luego murió otra persona que dejó a la misma casa profesa cuatro mil, con que queda pujante.

Esto se ofrece que escribir hoy. Ahí va en ese papelillo un capitulico [pequeño capítulo] de poca monta. El P. Rector se fue ya in totum; es P. Rector el P. Montemayor: al P. Chacón aún no han venido las mulas para partirse. Envían a V. R. mil saludes los PP. Montemayor, Suarez, Torres, Salamanca y el General.

Guarde Dios a V. R. como deseo. Salamanca junio 1. ° de 1634. ==Andrés Mendo. =Al P. Rafael Pereyra, de la Compañía de Jesús, en Sevilla.

See full screen