Madrid y febrero 8 de 1634.

Pax Christi, etc. Cañamero, el dominico, tenía en su celda las Instituciones y las vendía; lo fue a prender la Inquisición, y no pareció: unos dicen que se fue a Toledo a presentar; otros dicen que a Bayona.

El Dr. Espino, apóstata tres veces del Carmelo, descalzo y descalabrador de un prior y expulso por estas y otras niñerías, enemigo mortal de la Compañía, autor, a lo que se dice, de dichas Constituciones en romance, está preso en Toledo muy contra su pensamiento y voluntad; expavit et ibat perplexus et meditabundus en un carro a casa de un familiar, con orden de que nadie le comunique, y vaya con guarda a la Inquisición vía recta. Se espera que luego que llegue, le zamparán dentro; le tienen puesto pleito de que decía misa estando suspenso, tria peccatula.

Madrid y febrero 8 de I634. Pedro Hurtado de la Puente al P. González de Mendoza visitador de esta provincia.

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