carta_65
Madrid y septiembre 19 de 1634.
(Tom. 216, fol. 140)
Pax Christi, etc. Doy a V. R. muchas gracias por el papel de la Universidad, que me ha hecho reír toda esta semana, porque es un dibujo de lo que aquí dicen que pasa; este otro papel veré que en su línea será mejor. Poco hay este correo que avisar; pero, con todo, el jueves fueron SS. MM. a la Merced, a visitar a Nuestra Señora, que se hacia esta octava mucha fiesta. El rey fue en coche, la Reina en silla; todos los señores a pie y descaperuzados si no es los grandes. El ir de esta manera la Reina es porque prosigue felizmente el preñado, que va ya en cinco meses.
Ayer se dio el asiento a las capitulaciones entre el hijo mayorazgo del almirante de Castilla y la hija segunda del duque de Lerma. Hubo, según dicen, grande acompañamiento, porque fue el chiquillo (tiene nueve años y ella otros nueve) a besar la mano al rey. Dicen hubo mucha ala; yo no pude ver nada porque, aunque me hallé en Palacio, estaba en mis negocios: cada uno en esta tierra va a lo que le importa. D. Cristóbal de Ibarra, inquisidor de la Suprema, gran señor nuestro, murió ayer; ha causado mucha lástima, porque era persona de grandes prendas y valor.
Guarde Nuestro Señor a V. R. Madrid y septiembre 19 de 1634. —Francisco de Vilches. =Al P. Rafael Pereyra.
De Roma escribe el hermano Juan de Lugo que a 8 de este, encontrándose en dos carruajes en la calle D. Carlos Colonna, hijo del Condestable, grande de España, y el mayor señor de Italia fuera de los potentados, y D. Gregorio Cayetano, hermano del duque de Salmoneta, también grande de España, sobre ciertos puntillos de honor se apearon y echaron mano, provocando el segundo al primero. Estaban los criados de ambos a la mira; pero saliendo herido D. Carlos, y apretado de su contrario, los suyos le ayudaron y quedó muerto D. Gregorio, aunque tuvo lugar de recibir la absolución de un su confesor fraile, que acaso se halló allí.