Letters / Madrid

carta_143

Madrid y agosto 14 de 1635.

(Tom. 111, fol. 52 v.)

 Pax Christi, etc. Se dice que de cierto dio la rota el Sr. Infante al francés, y que le degolló diez mil hombres; pero que antes la peste le había muerto cinco mil, con lo cual dicen que el ejército francés totalmente desmayó.

Ha venido otra nueva no menos buena, que Richelieu enviaba treinta navíos y más con víveres, municiones y dineros para que socorriesen el ejército francés que estaba en Flandes, y que, yendo estos navíos a tomar puerto de los rebelados, para socorrer su gente, cayeron todos en manos de la armada de Dunquerque y los cogió sin que se escapase alguno.

En este Colegio es célebre la fiesta de la Asunción de Nuestra Señora; se cuelga lindamente la iglesia, y todo lo demás corresponde. Sucedió que el sábado, 11 de este, estaban colgando, y entró a oír misa en la iglesia una de las de bravas enaguas, que parecía una grande campana. Los sacristanes, porque no hubiese estorbo habían quitado la lámpara del Santísimo que estaba en un colateral del cuerpo de la iglesia, y la lampara de vidrio la habían puesto en el suelo en un hoyo que hay junto al colateral que suele servir de encaje a las barandas que ponen cuando hay estrado de señoras. Entró, que no debiera,

esta campana dicha sin género de modestia; levantando el rostro, viendo las colgaduras; quiso su dicha que fue a ponerse junto a la reja de la lateral donde estaba la lámpara, que cogió debajo del ruedo, dejándola encendida; se puso de rodillas, y estuvo un grande rato, lo que fue menester para que se levantase llama y hubiese brava chamusquina. Cuando esta se levantó, y la cuitada comenzó a sentir su daño, dio un brinco y gritos que los ponía en el cielo; en fin, la pobre chamuscada echó su manto, pidió al sacristán, que la conocía, que no dijese quién era, y salió más que de paso de la Iglesia.

S. M. hace merced a la Compañía de la mitad del tercio de los juros que tenía embargados.

En Italia arman muchos, y no se sabe contra quién, y dos caballeros milaneses fueron de tan ruines pensamientos que estuvieron para entregar a Alejandría de la Palla; fueron descubiertos, y el trato remediado.

La Reina está preñada de dos meses.

Ayudaron al Sr. Infante Picolomini y los estudiantes de Lovaina, cada uno por su parte; salió y dieron en los enemigos, y les mataron quince mil hombres; tomaron los nuestros toda la artillería y carruaje, castigo del desacato infame que tuvieron en Terlimon (Tillemont) con el Santísimo Sacramento.

El duque de Lorena, en los confines de Alemania, ha roto y muerto a Mr. de La Forza, general francés, y ha tomado otro lugar a los franceses.

Fráncfort y otra ciudad grande se han rendido al Emperador.

No lejos de Terlimon (Tillemont), donde se hicieron los desacatos, fueron desbaratados los franceses.

Que el de Hungría y Galasso iban entrando por Francia con orden del emperador de no dar oídos a treguas, ni parar, si pudiese ser, hasta llegar a París.

Dicen que el rey de Francia convoca toda la nobleza de su tierra para salir en campaña.

En este Colegio se leyó días pasados, en la quiete, una carta del P. Flemingo sobre el lamentable suceso de Tillemont. Remito copia de ella.

Guarde Dios a V. R. etc. Madrid y agosto 14 de 1635.

See full screen