carta_136
Valladolid y julio 28 de 1635.
(Tom. 111, fol. 232.)
Pax Christi, etc. Con la que hoy he recibido vino una abierta para el P. Provincial; leila, y para decir la verdad al primer ofrecimiento mío sentí que no convenia enviar la, porque el P. Provincial ni otro superior mío no me ha prohibido el que yo tenga correspondencia con V. R sino que no escriba nuevas que puedan ofender a los de esta provincia ni dar nota, por lo que se escribió de ahí; que de esa se escribían todos los azares de la provincial y ahora de próximo nuevas de la madre Luisa [Luisa Colmenares], que entibiaban la devoción que muchos de ella tenían de los nuestros. Pero decir que yo no escriba, eso no; y cuando me lo mandaran, yo volviera por mí y representara no ser justo tal mandamiento. Comuniqué el caso y la carta con el P. Francisco de Prado, mi rector, y me dijo que convenia fuese su carta de V. R. a manos del P. Provincial, y, así irá mañana a Oviedo, donde su Reverencia está, y que la conveniencia era dar razón a su Reverencia cómo nuestra correspondencia no causa nota en esa provincia, como se le escribió yo no sé el que fue; de modo que irá su carta de V. R. y tengo por cierto que responderá a V. R. que no ha prohibido tal correspondencia y comunicación, sino advertido que no se escriban nuevas de la data dicha. V. R. esté sin cuidado, que yo no le tengo, y no deje de escribir, que yo también haré lo mismo; con que ni hay prohibición ni falta de gusto en mí de lo que siempre, y en Salamanca y aquí, de consolarse con las nuevas, y de esto basta.
Espantado estoy que mi primo el fraile se haya ido sin despedirse de mi por escrito; son frailes. En lo demás que V. R. me ofrece de la medicina, la estimo, y estimaré más que me busque para el invierno de lo bueno de Guayaca, que yo remitiré el dinero, que menos falta me hace este que la medicina.
Soli.
La causa de la madre Luisa [Luisa Colmenares] no tiene buen estado, a lo que he entendido, sin que yo sepa nada hasta ahora por vía de secreto jurado; pero es cierto lo que diré: 4. ° Es reparo grande de que su opinión de santidad ha sido pie de pobre, y ha valido a la religión más de doscientos mil ducados; 2. ° Que habiendo ella confesado que vio la esencia divina, preguntada ahora, no sabe la doctrina cristiana que toca al misterio de la Santísima Trinidad, y responde mil idiotismos; 3. ° Que no se sabe que jamás haya tenido lección espiritual de libros, o muy corta; 4. ° y lo principal, que en su confesión la ha cogido el Inquisidor en muchas mentiras; 5. ° Que dice asertivamente que Dios la reveló que cuantos tuvieren sus cruces, cuentas y rosarios se salvaran infaliblemente, sin poner conqué, ni condición ninguna; con que los que tuvieren estas sus devociones, pueden estar seguros de su salvación y predestinación. Esto he sabido cierto, y el mismo inquisidor me dijo un día videbitis mirabilia que calificar, de modo que los muy apasionados, y aun sus mismos frailes sabedores de estas cosas, se van ya muy poco a poco en apoyar a esta madre. Quiera Dios que de todo salga bien, pero de temer es, que hay que temer; Dios la alumbre y de todo saque S. M. la debida gloria, y a V. R. guarde, como deseo. Valladolid y julio 28 de 1635==Juan Chacón. ==Al P. Rafael Pereyra.
Al Sr. arcediano, con secreto, bien podrá V. R. comunicar esto, si le pareciere, y darle mis besamanos.