carta_130
Valladolid 14 de julio de 1635.
(Tom: 111, fol. 328.)
Pax Christi, etc. Debo a la que hoy Recibí gracias por la caridad continuada de veintiocho años y afectuosa ternura. A lo que V. R. me escribe y pide de que no falte a quien es imposible faltar: obliviani detur dextera mea, si non meminero tui. Sola la muerte será poderosa para cortar el hilo de nuestra correspondencia, y no lo será para cortarse el corriente de mi voluntad. Ya he dicho el estilo que se ha de guardar para cerrar la boca a perros ladradores de que yo me rio, y solo quisiera ocupar el mayor puesto del mundo para que se viera la estimación que yo hago de su persona de V. R cuya religión y resplandor de vida no oscurece la humildad de la catedra, que si bien la vanidad del mundo la califica por puesto humilde, la religiosa prudencia y celo santo heredado en la Compañía de nuestro P. San Ignacio, la abona y censura de glorioso empleo. V. R., mi padre, sirva a Nuestro Señor en ese puesto, que en él por ventura agrada más al Señor que el más empinado en el suyo: yo en el mío soy y seré el que siempre, y de esto basta. No me escriba V. R. más lo que hay; no se piense por acá que yo he dado aviso de lo que de allá se ha escrito. V. R. me envió el jubileo de las misiones del año de 25 que ya se acabó. Si acaso fue engaño, y por enviar otro nuevo vino aquel, V. R. deshaga el hierro.
Yo tengo salud y V. R. la tenga tan cumplida como deseo. Valladolid 14 de julio de 1635. Juan Chacón al P. Rafael Pereyra.