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carta_103

Alcalá y abril 17 de 1635.

(Tom. 111, fol. 16.)

Pax Christi, etc. Un hermano que se llama Zárate, de nación vizcaíno, a la media noche, habrá diez días, empezó a dar voces; acudieron los vecinos y lo hallaron medio fuera de la cama asustado y espantado; se quejaba de una mano, la cual tenía pautada y morada, como si la hubieran apretado entre dos tablas, y bien dolorida. Dijo que un duende o bruja, porque tenía forma de mujer, y la acompañaba el diablo con hocico de puerco, había apretado y tirado de ella queriéndosele llevar, y que él se resistía y le tenía ya casi fuera de la cama. Causó esto gran miedo en el Colegio y alboroto en toda la gente moza; vivía en la casa de la señora Doña Catalina, según he oído. El P. Provincial lo sintió mucho, y dijo que era imaginación y sueño, y no estuvo lejos de castigarle para quitar un miedo con otro miedo, y a no haber quedado señal en la mano, sospecho lo hiciera. Con todo, le dieron un compañero que fue el P. Bermudo, y el que él se temía. Llevaron cruz, agua bendita y estola; hicieron exorcismos y dejaron vela encendida, y en el aposento de arriba cuatro alentados, por capitán el P. Porras, los cuales acudiesen en oyendo ruido. Con estas prevenciones, jueves a 12 de este a las doce de la noche todos oyeron un ruido como de caballo que venía por el tránsito, al cual dispertaron; la ventana se abrió como si hicieran gran fuerza; el paciente dio voces: ¡que entra, que viene, que me coge, que me lleva! Volvió el rostro hacia el P. Bermudo; él se cortó de miedo; los de arriba bajaron, y entrando, le hallaron desnudo, tendido en el suelo, yerto y sin pulso. Sospecharon que era muerto; volvió en sí, y dijo que una moza de buen parecer, acompañada de un demonio en la forma dicha, que entró por la ventana, le había por fuerza abrazado y le quería sacar por ella. El P. Bermudo testifica que sintió el ruido como que luchaban: el P. Provincial dice que es imaginación y que le quiere llevar a que duerma en su aposento, que tiene por tan soberana su dignidad, que no se le atreverá el diablo, del cual no sabemos que tenga hecho voto de obediencia a su Reverencia, ni aun propósito. El suceso hemos esperado, y sospecho han puesto silencio, porque se calla.

=Madrid y abril 17 de 1635. = P. Alejandro de Andrade. =Al P. Pedro González de la Compañía de Jesús.

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