Madrid y enero 24 de 1634.

 Pax Christi, etc. De Alemania ha habido cartas del señor duque de Feria, al cual ha ido a socorrer el duque de Baviera, que estaba muy apretado de los enemigos, los cuales con su venida desamparan la tierra. Hasta ahora todo va bien y le sucede felizmente, y habiéndoles presentado batalla en varias ocasiones, no se le han atrevido. Con todo, lo de Alemania esta trabajoso, porque el francés echa el resto en acudir a los enemigos de la casa de Austria con gente y dineros. Dicen le entregan las plazas que han tomado para que ponga presidio de franceses, y los suecos y protestantes que en ellas estaban salgan en campaña para tener mayor cuerpo de ejército con que oponerse a nuestros capitanes.

Los de Constancia, obligados al beneficio que les hizo el señor duque de Feria, han batido unas monedas del peso de un real de a ocho, de plata, con el emblema de un sol, y en medio de él una efigie, y debajo una zorra que va huyendo. La letra es oriente sole fugit, y en la otra parte las armas del Sr. Duque y las de Constancia y de Alsacia.

Se leyó en quiete la carta, digo el traslado que el señor Duque envía a S. M., digna de quien él es, en la que representando por una parte el estrecho grande de las cosas de Alemania por el auxilio de los franceses y esfuerzos de los protestantes, donde parece se echa ahora el último resto, se ofrece a su servicio tan liberalmente que promete no dejará de servir y acudir a él hasta haber derramado la última gota de sangre que tuviere, cosa que ha sido sumamente estimada.

Los holandeses han hecho al rey de Francia juramento de proseguir la guerra, y de no desistir de ella todo el tiempo que les acudiere con lo concertado; y el concierto es dos millones de florines cada año, dos mil caballos pagados a costa de Francia, y de infantería la necesaria; por cuenta de las islas para la mar seiscientos mil florines a las compañías, con obligación que con sus armadas se junten las de Holanda y tengan una en el mar Océano y otra en el Mediterráneo. ¡Dios le pague la buena obra como merece!

Tiene el francés asimismo convidado al turco para venir a las costas de España y Italia, y el embajador de Francia le ha avisado de la publicación de la liga que se hizo pocos días hace en Francia, lo cual los tiene acá con grande cuidado; hay muchas consultas, poco dinero y menos resolución.

Madrid y enero 24 de 1634. Sebastián González al P. Rafael Pereyra, de la Compañía.

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