carta_99
Valladolid y abril 7 de 1635.
(Tom. 111, fol. 249)
Pax Christi, etc. Cuando tengo nuevas que escribir no soy corto, que no lo es el deseo de retornar a V. R. en la mesma moneda la caridad que recibo; pero si me faltan, soy corto de razones con quien conoce que no lo soy de voluntad. En la pasada fui largo en referir la historia de la madre Luisa [Luisa Colmenares], porque la ocasión dio materia; ofrecí continuar lo que se fuese descubriendo, lo haré y con gusto.
El P. Lara predicó un día en la Iglesia Mayor razones que todos las tomaron por saetas contra la madre Luisa; ofendió en extremó. El mandato predicó el obispo (yo le oí); le pegó de lleno y afeó el que desde el pulpito nadie censurase lo que a él no le toca: pareció bien. Yo le di esta tarde las Pascuas, y hablamos largo en esa con formidad.
De la madre Luisa y de su causa no he podido sacar nada en limpio; el verbo (se dice) es malignantis naturœ y es infinitante, como dice el lógico; yo he hablado con especial atención en la materia con quienes la saben; y no he podido sacar cosa en limpio. A mi juicio hay que censurar algo, no sé qué; se dice (vuelvo al verbo se dice) de que o ella ha dicho, u otros de ella, que fue santificada en el vientre de su madre, y que ha visto la esencia divina. En conclusión, nada hay cierto, y hoy hace ocho días yo oí decir a un señor inquisidor estas palabras: «hasta ahora no hay causa contra ella; se removió de un convento a otro, y quizá de aquí irá a otro de Madrid.» Tiene por confesor a un religioso basilio, que se le dio el Tribunal, por ser calificador, y no de religión de quien los padres franciscos tuviesen recelo, como quiera que se tiene de poco afectos a la madre, (y se engañan) a los de la Compañía y dominicos. Hasta aquí llega lo que toca a la madre Luisa; pero para que V. R. tenga mayor conocimiento de este asunto ya ruidoso, le remito copia de una carta que escribió a S. M. el corregidor de Carrión y alguna otra también de la abadesa y monjas del convento de carmelitas, adonde llevaron a la madre Luisa.
De Salamanca excusado estoy de escribir nada, que de todo dará aviso el P. Mendo, sacerdote nuevo, y si acaso hoy no escribe, digo que ha habido allí un gran recibimiento de un conde de Italia, el dinasta más lucido que tenía la escuela. Otros se han recibido también muy lucidos, y aquí este día recibimos un caballero vizcaíno, muy gran sujeto, y esta noche un angélico de estos estudios.
Por acá no se ha recibido bien esta concordia de los descalzos, y en Salamanca nuestro P. Provincial habló con sequedad al descalzo, y le fue a ver este día y tratar de esta conformidad. Por acá no nos está tan bien como por allá; paréceme bien lo que V. R. me escribe en la suya, y no tengo más que decir, sino que esta se lea por allá con recato, que luego hay reclamo por acá. Nuestro Señor guarde a V. R. y dé tan alegres Pascuas y con la salud que yo deseo.
Valladolid 7 de abril de 1635. =Juan Chacón. = Al P. Rafael Pereyra.