carta_53
Madrid y julio 18 de 1634.
(Tom. 216, fol. 443.)
Pax Christi, etc. Al fin hubo de salir D. Fadrique de Toledo de repente, porque después de varios lances salió decreto que dentro de veinticuatro horas estuviese en Santa Olalla y enviase testimonio, donde aguardase el orden que se le diese; esto ha de ser por la falta de inobediencia que dicen cometió. Hay quien dice que habiéndole el de Olivares mandado que fuese a Fernambuco, puso tantas condiciones de que aquel no gustó, que le dijo algo picado: «mire Vuestra señoría que la hacienda que tiene la ha ganado en los cargos que S. M. le ha dado.» A lo que respondió D. Fadrique: «Señor, yo no tengo opinión de tal, y cuando la tuviere, la he ganado poniendo mi vida a muchos peligros, y no como V. E., que sentado en una silla gana más en un día que yo en toda mi vida.» Lo sintió sobremanera el Conde, y pidió al rey un decreto para prender a D. Fadrique.
Un letrado que venía de ser alcalde mayor de Murcia fue una tarde a la comedia; lo convidó a un conejo una farsanta, estando bailando; admitió el convite, y después de haber cenado, a cosa de una hora se quedó muerto con muy gran sosiego. La justicia ha hecho sus diligencias; no halla la causa de su muerte.
Unos caballos que tiraban un coche se asombraron y partieron una cuesta abajo (llaman la cuesta de San Luis); desbarataron el coche, y mataron a un caballero que iba en él.
Dicen que visitarán a D. Fadrique, y otras cosas; lo cierto es que su casa está bien afligida, y su mujer harto penada y en la cama.
Esta semana dieron las gracias a S. M por la exacta justicia de los papeles de Róales, los PP. Prepósito y Rector de este colegio, Palma, Pacheco, Pedro Mudarra, Pimentel, Albornoz y Guevara; habló el P. Rector, y bien; S. M. respondió que amaba a la Compañía y, tendría cuidado con su buen nombre. Dicho esto, sacó el P. Rector una carta de nuestro P. General (acaso había llegado dos días antes), en que agradecía a S. M. el decreto para la Inquisición en favor de la Compañía, que parece vino por mano de aquel.
En Toledo ha habido un motín de 300 nombres para no pagar el medio dozavo. En Segovia los eclesiásticos no le pagan, y tienen tiendas señaladas a dónde ir a comprar. En Salamanca, según escribe el P. Mendo, han puesto entredicho, y ahora le hay para no pagarle. No sabemos en que han de parar tantas revoluciones.
La Reina no malparió según se dijo, sino que está preñada.
Agradezco a V. R. los papeles; yo estoy haciendo trasladar uno harto bueno; ahora envió edicto y testimonio. hágame, V. R. caridad de no perder ocasión de con el primer arriero u otra persona tal enviarme el Convento Hispalense, y procurar despacharme esas tablas.
Guarde Nuestro Señor a V. R. Madrid y julio 18 de 1634. =Francisco de Vilches. =Al P. Rafael Pereyra.