carta_183
Madrid y noviembre 24 de 1635.
(Tom. 111, fol. 128).
Pas Christi, etc. Los fríos aquí son grandísimos, y tanto que, aunque estaba resuelto de antemano que su Majestad fuese a caballo a Nuestra Señora de Atocha, a dar gracias por los buenos sucesos de Flandes, Italia y Francia, fue en coche con la Reina nuestra señora.
Lo que hay de nuevo es, que Maastricht está muy falto de mantenimientos, con poca esperanza de socorros desde la toma de Esquenque [Schenkenschans].
Los de Dunquerque han tomado a los holandeses 12 navíos y dos de guerra y los diez eran de trato.
El Nuncio y el embajador de Venecia se matan aquí por la paz; pero sin esperanzas de conseguirla.
Ayer besó la mano a S. M. Monsieur de Aston, embajador de Inglaterra y fue a Palacio en silla, sin entrada publica, porque está achacoso. Es católico y caballero de muchas prendas.
El de Polonia trata de casarse con hija del Palatino, y sus ministros hacen grandes instancias en Roma por la dispensación, gentil casamiento de un católico con una calvinista; ¡notables negociaciones las de Francia y Holanda! Con todo el de Polonia dio los alemanes que tenía en su servicio al emperador, y el conde de Oñate dio el dinero necesario para esto, y si no fuera él la causa de estas aprehensiones, al rey y a su gente los tuviéramos por nuestros.
Al fin el duque de Mantua es el primero que se ha rendido a los trabajos en que los franceses le han metido. El dio paso por su estado a 3, 000 hombres que el duque de Módena envió a Milán al servicio del rey, nuestro señor, y luego en la retirada de los franceses desde Valencia del Po [Valenza] al Monferrato, no los quiso admitir allí, sino que pasaron a Francia, diciendo que no quería alojar en sus Estados a quien era causa de las turbaciones.
El de Florencia enviaba 4, 000 soldados al ejército de S. M., de Milán, en cumplimiento de la obligación que tiene hecha de darlos cuando S. M. tenga guerras en Italia.
El marqués de Leganés había llegado a Milán, y avisan de Roma que su Santidad ha mandado al cardenal Borja que salga de Nápoles y se raya a Roma o a su iglesia de Sevilla, que de lo contrario procederá a censuras.
El duque de Baviera que casó con hija del emperador estaba muy contento, porque la tenía ya preñada, y él tiene casi 60 años, con que le dará Dios heredero para sus Estados, y este vínculo ha de asegurar mucho la paz de Alemania.
El príncipe de Orange hizo esfuerzo tercera vez para tomar a Esquenque [Schenkenschans] con ingenios y bombardas de fuego desde la otra parte del rio, y los nuestros resistieron
valerosamente sin dejarle nada.
Su Alteza el Sr. Infante envió 1, 500 croatas al barón de Valançon, que está destruyendo la Picardía con mucho ejército.
A los 14 de este el confesor de S. M. y el secretario Arce, que lo es de Estado, fueron al Nuncio a decirle en orden de las paces, que hasta ahora no se inclina S. M. a hacerlas.
Todos los franceses que estaban en la Valtelina fueron asaltados de tan grande terror, que sin más ejército que la voz de la victoria de Valencia del Po [Valenza] desampararon los puntos y alojamientos sin que quedase por todos aquellos países un francés, muriendo en esta retirada mucha gente.
Con la retirada de los franceses de la Valtelina han entrado en Milán 12,000 alemanes.
Aquí se habla de nuevos nombramientos para el Consejo de Hacienda, y como es natural de otras tantas jubilaciones. La presidencia de la casa de contratación se ha publicado para D. Pedro Vivanco.
Al maestro del príncipe, nuestro señor, se le ha dado el título de vizconde, y a D. Bernardino de Ayala, hijo mayor del conde de Villalba, se le ha mandado salga de Madrid y cuarenta leguas en contorno. =Sebastián González. =Al P. Rafael Pereyra, de la Compañía de Jesús.