carta_180
Madrid y noviembre 20 de 1635.
(Tom. 111, fol. 127 v.)
Pax Christi, etc. El correo que ha venido de Italia trae las nuevas siguientes. Que el Fuerte de Schenk estaba acabado de fortificar y se habían tomado todas las plazas circunvecinas que eran necesarias para su seguridad, y con la que hoy tiene dicen será inaccesible al enemigo y de tanto daño para él, que diera cinco ciudades de las mejores porque se lo volviesen.
El ingeniero que lo ha fortificado ha venido por orden de S. M. a la Corte con toda su casa. Dicen le traen para emplearle, si S. M. sale en lo que se ofreciere, y, sino que irá a Italia al mismo efecto para asegurar las plazas principales de Italia, que ahora están con intento de fortificarlas muy de propósito.
En algunas ciudades de Flandes hay peste, y en nuestro ejército empezó a picar. Entre los rebeldes es mayor sin comparación la mortandad que ha causado, y su ejército se ha disminuido mucho por esta causa.
De los franceses que entraron en Flandes no hay ya memoria, porque todos se han o muerto o huido. Halo sentido su rey con grande extremo, porque de 35, 000 hombres no han quedado sino tal o cual, y los dos generales Gatillon (Chatillon) y Bresco (Brecé), a los cuales ha enviado a llamar, vuelven a Francia, su reino: el primero es hereje, el segundo es católico. Este último cuando supo las maldades que sus soldados habían hecho en Tillemont dijo: temía los había de castigar Dios por tan grandes insolencias, y así ha sido.
El rey de Francia con el sentimiento de la fuga de su gente que estaba en Flandes ha publicado en su reino un bando en que priva de todos los honores, dignidades y oficios etc. a todos los coroneles, maeses de campo, capitanes y alféreces y otros oficiales, nombrándolos por sus nombres, hasta 250, en pena de esta fuga.
El Sr. Infante ha enviado al barón de Valançon que estaba con la gente de Cambray y la nobleza del país de Luxemburgo, grande parte de su ejército, para que inviernen en la Picardía, tierra de Francia, donde los nuestros les han hecho mucho daño y a Dorliens la tienen ya tan apretada, que parlamentaba para entregarse y de allí pasarán más adelante. Es plaza fuerte y frontera de las nuestras por la parte de Francia.
Habrá quince o veinte días enviaron 350, 000 ducados en machos para embarcarlos en la Coruña para Flandes, y ahora ha ido otra tanta cantidad para el mismo efecto.
Los navíos de Dunquerque han hecho varias presas de galeones holandeses y urcas yen otra pesquería le han echado a fondo cantidad de barcas. Esto se dice por mayor; no se sabe el número, más dicen ha sido mucho y sobre lo pasado es más por la imposibilidad a que los reducen.
Se había dicho que el rey de Polonia hacia paces con los suecos, cosa que no le estaba bien por ahora al emperador ni a nuestro rey. Se sabe de cierto que no están hechas, y que el conde de Sora que las iba a impedir, habrá llegado a buena coyuntura para estorbarlo.
Los gobernadores de Suecia enviaron una embajada al duque de Sajonia con quejas de los conciertos con el emperador, y ellos hablaron de suerte que el duque se enfadó y los desmintió y mandó que dentro de breve tiempo saliesen de su estado so pena de que los mandaría castigar.
Las más de las ciudades ansiáticas se han compuesto con el emperador, que son las que más mano tienen en Alemania para las guerras, por acudir a ellas con grande suma de gente y dinero.
El lansgrave de Asia [Landgraviato de Hesse] hace grandes diligencias para componerse con el emperador, y ha echado por rogador al duque de Sajonia.
Ya avisé como nuestro ejército y el de los franceses estaban a la vista entre Metz de Lorena y Nancy; los franceses se atrincheraron al parecer con poca gana de pelear; Galasso los fue cercando por una y otra parte con tan frecuentes escaramuzas que mató en ellas mucha gente, y viendo le iba bien, cerró con ellos y les degolló 10 u 12, 000, otros dicen 20, 000 y se retiraron huyendo, donde perdieron 26 piezas de artillería y el bagaje.
El duque de Lorena lo hace bizarramente y tiene recobrada gran parte de su Estado, si bien las principales plazas se están en poder de los franceses por ser muy fuertes; más con esta rota se entiende que harán grande esfuerzo en recobrarlas.
En Francia hay grandes revueltas por los tributos e imposiciones para la guerra. En Burdeos han quemado muchas casas y muerto a sus dueños que eran ministros del rey para este efecto. Por cuatro veces acometieron las casas del duque de Espernon, gobernador de aquella provincia, para matarlo, y lo hubieran hecho a no haberse con tiempo retirado. En Tolosa han muerto al presidente del Parlamento. En Lion de Francia en varios motines han muerto al pie de 800 hombres, así de los ministros del rey como de los del pueblo. La ciudad de Anguin (Enghien), está amotinada por la misma causa.
Avisan de Francia que el rey ha enviado dos correos con toda priesa a su Santidad para que trate de paces, y el señor Nuncio anda aquí visitando y hablando, todos los consejeros de Estado y Guerra, y se ve muchas veces con el señor conde de Olivares a este fin, y la última, habrá cuatro días, estuvo más de tres horas.
No obstante, esto, es tan sagaz el cardenal Richelieu que en París han puesto varios cedulones por las esquinas en que dicen como los españoles están reconocidos a sus yerros, e instan al cristianísimo rey por la paz, la cual piden con grandes sumisiones y humildad.
El secretario del Nuncio dijo ayer como su amo había tenido aviso que habían bajado por la Valtelina 12, 000 alemanes en servicio de S. M. y que la han ocupado, echando de ella los grisones que la tenían.
El cardenal Abornóz vino en persona a socorrer a Valencia del Po [Valenza]. Viendo los enemigos que con los asaltos que le habían dado no la habían podido tomar, antes en todos habían salido con grande pérdida y que les había entrado socorro. Monsieur de Créquy, general de Francia, alzó el cerco y se retiró. Salieron los nuestros y les fueron picando en la retaguardia, donde los mataron 2, 500 hombres y tomaron alguna artillería. Dicen salieron heridos el duque de Parma y el de Saboya. Esto no se sabe de cierto. Acá se ha cantado Te Deum en Palacio.
Avisan que los nuestros en las Indias Orientales habían tomado a los holandeses una isla, y en las occidentales dos pequeñas.
Madrid y noviembre 20 de 1635. ==Sebastián González. =Al P. Rafael Pereyra.