carta_152
Madrid a 15 de septiembre de 1635.
(Tom. 111, fol. 377.)
Pax Christi, etc. Anoche llegó de Flandes un ayuda de cámara del señor Cardenal Infante. Salió de Bruselas a 15 de julio; cayó malo en Inglaterra, donde se detuvo un mes. Las nuevas que trae son de la retirada del enemigo, con pérdida de 10, 000 hombres; que a 4 de agosto se había sabido que nuestra gente había tomado el Esquenque [Schenkenschans]; que el príncipe de Orange [Guillermo de Orange-Nassau] había acudido allí con todo el grueso de su ejército y que S. A. le siguió con el suyo, que constaba de 30, 000 infantes y 19, 000 caballos, con que esta mañana se ha cantado en la real capilla el Te Deum laudamus. Avisan más: que la caballería del país de Artois, frontera de Picardía, que eran hasta 2, 000 caballos y otros tantos infantes, habían corrido hasta las puertas de París y llevado mucha presa de gente y ganados, sin que hallasen resistencia. Esta mañana con correo del de Cardona se ha sabido por carta que tuvo de León de Francia, que el de Lorena había restaurado la villa de Nancy, corte de su estado, con que todo lo demás se le allanaba. Aquí anda el Nuncio muy solicito tratando de medios de paz.
Madrid y septiembre 19 de 1636.
Ya gracias a Dios llegaron cartas de S. A. escritas en Godos, dos leguas del Esquenque [Schenkenschans], a los 21 [días] de agosto, con admirables nuevas pero aguadas. En seis días murió el de Aytona, de tabardillo, suceso lastimoso y tal, que no deja celebrar el gusto de ellas. El acabó gloriosamente, pues en ocasión que el enemigo pensó despojar a S. M. de los Estados obedientes, ha metido sus banderas en las entrañas de Holanda. Ahora irá allá Leganés; llave maestra de las materias militares de este siglo.
El Esquenque se tomó por industria de un Jaques Estron, natural de Colonia, tratante de vinos y de otros bastimentos, muy conocido en Holanda, por inteligencia que tuvo con el gobernador que era inglés; la socorrieron luego Juan de Nassau [Juan Mauricio de Nassau-Siegen] y el duque de Lerma con gente, bastimentos y municiones, y para su conservación tomó nuestro ejército a Genappe, fuerza importante del enemigo sobre la Mosa, que estaba sobre Venlo, con que de maduras caerán Roermond y Maastricht, sobre el mismo rio, y sobre el Rin, Res, Emeric, Vesel y Rimberque; y más estando las armas del imperio de la otra parte del Rin, para darles todos los socorros que hubieren menester. Los de la fuerza avisan que doce leguas en contorno del Esquenque había huido toda la gente de los lugares. Los bajeles de Dunquerque habían echado a fondo todos los que estaban a la pesca, de los holandeses, y llevaron 500 marineros presos, en que habrán perdido más de dos millones, porque es la sustancia de todas las islas. De todo esto ha venido relación que copio y envío con esta. El embajador de Inglaterra ha llegado a la Coruña, con que se hace salido de los recelos que había de su rey, y más no habiéndose hecho caso de sus sobrinos en la paz de Alemania.
Ya por allá se tendrá noticia de lo sobredicho; pero con todo he querido trasladarlo por ser el original certísimo, y ser las nuevas tales y tan deseadas. Reciba V. R. la voluntad y agradezco de nuevo de parte de todo este Colegio las nuevas de hoy, que han sido excelentísimas de buenas, y dígame, V. R. en qué términos anda la impresión de ese libro del P. Pineda. La facheta o primera hoja es buenísima.
Aquí está ahora imprimiendo el P. Juan Antonio Velázquez sobre el Salmo ciento que comienza Misericordiam et juditium cantabo tibi, Domine. Y ayer enterramos al P. Juan de Cuellar, que tenía ya licencia para imprimir un tomo sobre los cuatro primeros capítulos de San Juan. El P. Rector y P. Montemayor y los demás de este su Colegio de V. R. se le encomiendan mucho y yo a los hermanos Marquinas y Juan de Fernando.
Aquí me han pedido, y con encarecimiento, procure haber, unos romances, motetes, o chanzonetas para la Navidad. Si V. R. me la hiciese de enviarme algunos de los que ahí se suelen imprimir, que acá son y serán nuevos, y más que son para monjas y los quieren de diferentes lenguas (por ventura los tendrá o habrá con facilidad) seria sacarme de un grande empeño. Acuérdeme qué impresos se los ha enviado al P. Mendo.