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carta_142

Carta de uno de los agentes de los Fucares, escrita en Madrid a 14 de agosto de 1635 y enviada a un sujeto de Cádiz.

(Tom. 111, fol. 30.)

 Lo que por acá pasa, es que hay aviso de que el rey de Hungría se halla todavía en Alemania muy pujante y poderoso; se le rindieron las ciudades de Núremberg, Ulma y Fráncfort, y los de Ulma le enviaron sus embajadores. Los de Núremberg le salieron a recibir con las llaves casi una legua, y le entraron con pálio y ofrecieron 250, 000 talleres (que son reales de a 8); puso en el castillo 300 soldados de presidio. Negociaron mejor que los de Augusta, que pagan 300, 000 talleres, fuera de los 80, 000 del duque de Baviera, y han de sustentar 3, 000 soldados. Colmar en Alsacia se entró por fuerza días atrás, y se espera que no habrá plaza que no se le rinda, supuesto que no hay nadie que se le oponga, porque se confirma la rota del francés por cuatro partes, y que le ganaron 32 piezas de artillería, todo el bagaje, y degollados 12, 000 hombres. Si de estas zurras le dan muchas, no ha de quedar francés en pie. Cada día aguardamos avisos de nuevos progresos.

Por haber castigado los que querían entregar a Alejandría se escribe que está trabajoso lo del Estado de Milán, para donde tenía orden el marqués de Santa Cruz de enviar 2, 000 hombres. Pidiendo paso para ellos a los genoveses, se lo negaron, y yendo por otro camino los aguardó un tal monseñor de Labrit, general del francés, en el Piamonte, y en un paso estrecho los degolló a

todos. Infeliz suerte tiene el buen marqués; sin embargo, porfían aquí en su conservación.

Hoy se publicó que anoche vino otra nueva, de cómo los navíos de Dunquerque habían encontrado con 64 de franceses de mercaderes, de los que huyeron 22, y los restantes cogieron: ello ha de haber entre estas dos coronas bravos coscorrones si en breve no se trata de paz, para lo cual no me parece hay mucho orden; porque se dice también de otra nueva liga en Italia, en que entran Francia, Saboya, Venecia, Ferrara y Mantua, y el Pontífice debajo de cuerda le dará el calor que pudiere. Lo mismo dicen harán los genoveses, que bien han dado muestra de ello en la facción pasada; y si ello es así, presumo yo que en desocupándose el rey de Hungría en Alemania, convertirá sus armas más ainas contra Italia que contra Francia, adonde le darán bien en que entender los que tiene sobre sí. En fin, nunca ha de faltar en qué en tender en la pobre casa de Austria, sin embargo, que todos se han quebrado las cabezas con ella, y no la ha de desamparar Dios por más que se le opongan.

Madrid y agosto 14 de 1635.

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