carta_58
Madrid y agosto 18 de 1634.
(Tom. 216, fol. 469)
Pax Christi, etc. Mucho se dice que viene buleto del Papa para reformar las religiones, y extinguir algunas de las Descalzas, por haberlo pedido así el Reino, a causa de no poderlas sustentar, y de la mucha gente que por entrarse religiosa deja despoblada a España de quienes vayan a la guerra.
El Infante está en Alemania. El francés llevó la gente que traía sobre Perpiñán hacia Milán, donde tuvo una refriega con la gente del Infante, y quedaron muertos muchos franceses.
El hijo mayorazgo de D. Fadrique de Toledo murió días pasados con sentimiento de toda la corte, y dicen que al padre le tomarán ahora residencia de todas las jornadas en que anduvo. Parece que la desgracia persigue a los Toledanos. Se enterró en nuestro Colegio imperial.
De Salamanca escribe el P. Mendo que la ciudad anda alborotada con esto de los tributos que habían de empezarse a pagar. Que el corregidor no quería publicarlos hasta tener provisión, para que no pongan otra cesación a divinis, como la de la otra vez; pero añade que el cabildo está dispuesto a ponerla o morir en la demanda. Hay provisores nuevos; los antiguos apelaron por vía de fuerza, y se excomulgaron unos a otros, pretendiendo los antiguos que el cabildo no los había privado justamente de su oficio, y así hacían autos y despachaban; pero los nuevos los excomulgaron, y cesaron.
Guarde Dios a V. R. como deseo. Madrid y agosto 8 de 1634. =Sebastián González. = Al P. Pereyra.
Tres pasquines salieron aquí en Madrid: 1. ° Pintada una mula, y el Conde la tiene por las orejas, y el rey herrándola, y dice el Conde: «hierre V. M.» y este responde: «harto herrada está; no puedo más» 2. ° pintado un caballero de Santiago con ferreruelo más que corto, y mirándose, dice: «con la falta del medio dozavo no me tapa el rabo» 3. ° pintada España en una figura enferma, y un médico tomándole el pulso y recetando: «no hay otro remedio que tomar el acero.»
También he oído de unos versos que dicen:
Muy malo estoy; yo me muero, y mi mal no tiene cura; pues si el Conde me apura, habré de tomar el acero.
Esto se parece mucho a un pasquín que pusieron los amotinados de Toledo que decía:
¿Qué tienes, España? Muero: Tanta evacuación me apura. Pues erraránte la cura Si no Tomás el acero.