Salamanca y abril 1. de 1634.

(Tom. 216, fol. 356.)

Pax Christi, etc. Se dice que va a Sevilla y Cádiz Don Fernando Fariñas para averiguar la hacienda que ha entrado sin registro. En Madrid un Crucifijo que estaba en el convento de San Jerónimo ha sudado sangre veintinueve horas; y llevaron al rey un lienzo empapado en ella, y el Conde, el día que sucedió se recogió a sus solas, y no dio audiencia a nadie. Así lo escribieron de Madrid, de donde nos escriben también que ha bajado ya el orden de lo que se ha de hacer de Cañamero el dominico, y que tienen en el Colegio precepto para no decir nada, pero que se publicaría presto en un decreto grande abono y honor de la Compañía.

Notable nueva es esta de Alemania, si es verdadera como lo escriben muchos. Y es que el emperador dio orden a un caballero para que fuese a prender a Frisland [Albrecht Wenzel Eusebius von Wallenstein], su capitán general, y si se resistiese algo le matase: se resistió y le mató. La culpa era de traidor al emperador, confederado con el francés, con quien estaba de concierto que le dejaría ganar las tierras del emperador, y que a él le harían rey de Suecia. Se originó este rumor de ver cuan pocas facciones hacia con tan poderoso ejército, teniendo a la vista al enemigo, al cual le dejaba recuperar las plazas, y te dejó cobrar a Ratisbona, a la cual había ganado el de Feria: por lo cual de acá de España se dio aviso al emperador y quejas de los gastos que hacían los españoles tan sin fruo; y averiguadas las cosas se halló esto: se entregó el gobierno de las armas al rey de Hungría y al duque de Baviera.

El P. Provincial vino a visitar este colegio el miércoles; yo le prediqué luego el jueves, y ahora prosiguen los señores estudiantes haciéndole lecciones y sermones. Haré toda diligencia por si puedo hallar los rezos que V. me manda buscar, y los trasladaré si los hallo, y los remitiré. Recibí hoy las nuevas, que las leí en la quiete delante del R. P. con el aplauso que siempre. Hoy no me hallo con papel ni cosa que enviar. Paciencia. Envían a V. R. los solitos saludos. Dije al P. Salamanca lo de Nicolás de la Peña.

Guarde Dios a. V. como deseo.

Salamanca abril 1° de 1634. Andrés Mendo al P. Rafael Pereyra.

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