Diego Diaz de Meneses / Letters / Madrid

carta_16

Madrid y marzo 28 de 1634.

(Tom. 216, fol. 43 v.)

Pax Christi, etc. El sábado pasado vinieron unas nuevas que para España han sido las mejores que muchos años ha han venido; y fue el caso que Frisland [Albrecht Wenzel Eusebius von Wallenstein], capitán general de los ejércitos del emperador, venía [había] hecho contrato con el de Francia, con el Palatino, con el holandés y otros que para el tiempo, el cual había de ser muy breve, había de entregar los ejércitos en manos de Francia, todo a fin de destruir la casa de Austria. Que el de Francia había de ser rey de romanos, y con eso subir al Imperio, y al Palatino restituirle en sus estados, y de esta manera iban distribuyendo las cosas. Al duque de Frisland [Albrecht Wenzel Eusebius von Wallenstein]le daban los estados de Flandes con título de rey de Flandes. Fue nuestro señor servido que un marqués, no sé si el de Castañeda, había tenido con Frisland [Albrecht Wenzel Eusebius von Wallenstein]varios encuentros y le había cogido unas cartas que el Frisland [Albrecht Wenzel Eusebius von Wallenstein]escribía al rey de Francia, por lo cual y otras cosas que se averiguaron, se echó de ver el trato doble y dañado que tenían tratado; y sabido por el emperador le había enviado decir a Frisland [Albrecht Wenzel Eusebius von Wallenstein]dejase las armas; a que respondió que no había hecho por qué dejarlas, y a la primera demanda y respuesta dijo que se le pagasen 500, 000 ducados de oro que se le debían y tenían suplidos y que él las dejaría, y si no que él se castigaría. Esto se cuenta de esta manera; lo cierto y en lo que todos concuerdan es que el emperador envió orden al gobernador o castellano de Agra para que le llamase a aquella plaza, y que la viese y reforzase de gente y fortificaciones, que las había menester, y que estando en el castillo le enseñase el orden para que se quedase preso, y que si se resistiese que le matase. El castellano o gobernador de Agra le convidó a comer, y antes le mostró la planta de aquella plaza, y le pidió se la fortificase, para lo cual le mostró orden de S. M. Cesárea, a que él respondió que aquella plaza no carecía de fortificación y gente, y que él la había menester para otra parte que había mayor necesidad. Después de comer le dijo que tenía orden del emperador para que su Alteza (que así le llaman) se quedase preso; y el Frisland [Albrecht Wenzel Eusebius von Wallenstein]se alborotó, y sin dar lugar a mostrar el orden quiso defenderse; pero el Gobernador anduvo tan valeroso que antes que él echase mano le dio con un hacha en la cabeza, y acudió con otro golpe de punta en forma de estocada y se la metió por el cuerpo y se la dejó allí; y aun dicen que también mató al teniente de Frisland que había ido con él. Sacó luego el orden del emperador para satisfacer a todos y a los oficia les y cabos de ejército, y dicen que no se meneó de allí y a muchos pareció bien, y ha causado a todos los del con trato dicho, grande admiración tan grande resolución, y acá están todos con mucho contento.

De Guipúzcoa escriben que murió allí, en la villa de Éibar, donde residía, D. Fernando Francisco de Austria, por otro nombre el Charelo, hijo del rey.

Guarde Dios a V. R. como deseo.

Madrid y marzo 28 de 1634. Diego Diaz de Meneses al P. Rafael Pereyra, de la Compañía.

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